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Arquitectos: Vigliecca&Associados
- Área: 162600 m²
- Año: 2012
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Fotografías:Leonardo Finotti, Ricardo Correa, Azul Serra
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Proveedores: Hunter Douglas, Artepiso, Beaulieu, Belgo, Deca, Docol, ELEVATE, Glassec, Knauf, Neocom, Nora, Nöra - Bluecube, Palram, Penetron, Permetal, Plaka, Portinari, dormakaba, thyssenkrupp
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El primer estadio en ser terminado para la Copa del Mundo 2014, el más económico de los últimos cuatro mundiales y el primero en América del Sur en recibir el certificado ambiental LEED, la Arena Castelão se destaca como un monumento arquitectónico de padrones internacionales, donde lo viejo y lo nuevo conviven armoniosamente.
El principal objetivo del proyecto de reforma del estadio Castelão, más allá de adaptarlo a los padrones exigidos por la FIFA, era transformarlo en una arena multiuso, moderna y autosustentable. Hoy, el Castelão se destaca por una arquitectura que integra parte de lo existente con una nueva estructura y por ofrecer una atmósfera de espectáculo aun estando vacío.
1. LA NUEVA CONFIGURACIÓN
La Arena Castelão fue concebida como “el lugar para el evento urbano”. Para lograrlo, los estacionamientos externos fueron suprimidos, cediendo su lugar a una gran explanada. Situada entre las dos gradas, la explanada funciona como un hall de acceso al estadio y como zona para instalaciones provisorias. La misma establece una relación con la topografía, donde fueron instaladas la Secretaría de Deportes del Estado de Ceará (también parte del proyecto) y otros servicios, encargados de realizar la interface con el entorno.
Las modificaciones realizadas dan continuidad y estimulan la lectura del proyecto original, de la década del 70. El volumen externo del estadio fue recubierto por una piel traslúcida, pero al ingresar es posible encontrar los “gigantes de concreto” – como son conocidos los pilares originales del Castelão. El estadio está renovado, pero su identidad fue preservada.
2. LA CONCEPCIÓN ARQUITETÓNICA DE LA ESTRUCTURA
Los “gigantes de concreto” establecen, con su inclinación, el elemento directriz para la concepción de las estructuras metálicas y la lógica constructiva. En torno a las estructuras de concreto fueron instalados 60 pilares metálicos reticulares que desempeñan dos funciones simultáneas: atenuar las vibraciones de las tribunas y sostener la cobertura.
En la concepción de la cobertura, la estructura fue pensada para ser montada en piezas independientes, acelerando el proceso de instalación. La decisión tomada fue utilizar una cobertura lo más leve posible sin comprometer la rigidez. Esto hizo que el Castelão fuese el único estadio que utilizó solamente grúas de pequeño porte durante la obra.
La nueva cobertura contempla al 100% de los espectadores, proporcionando el adecuado confort térmico y ventilación. La cobertura también colecta agua pluvial, que es utilizada en la limpieza de sanitarios y en el mantenimiento de áreas verdes.
Reforzando el concepto de arena – históricamente estadios en los que el público se encuentra próximo a los jugadores –, se colocó el campo de juego en un nivel más bajo y la tribuna inferior avanzó treinta metros. De esta manera la distancia entre el público y los jugadores es de apenas diez metros y desde cualquier punto del estadio es posible tener una visión completa del campo, sin interferencias.
Se optó por preservar el 70% de las tribunas superiores y sólo una porción equivalente a un quinto del estadio fue demolida. Todas las funciones de alta complejidad fueron concentradas en ese nuevo módulo, que corresponde a las áreas que exigen mayor tecnología, como palcos, salas de prensa, salas VIP, vestuarios, salas de control, zona mixta, lounge y restaurantes. Compactadas en un solo lugar, optimizaron tiempo y costo de obra.
Sumado a esta optimización, el proceso de construcción de las tribunas inferiores fue realizado de manera innovadora, con un sistema de pre moldeado in-situ sobre una plataforma de fundación.
Vale destacar los asientos escogidos para la Arena Castelão. Retráctiles y antivandálicos, son los mismos utilizados en el Estadio Olímpico de Londres, en el placo de las Olimpíadas 2012 y en el estadio FNB (conocido como Soccer City), que albergó la final de la Copa del Mundo 2010 en Johannesburgo, Sudáfrica.
3. INTEGRACIÓN URBANA
El estadio se encuentra en una situación privilegiada en el centro geográfico de la ciudad, cerca del aeropuerto, rodeado de corredores estructurales de la malla urbana y próximo a zonas verdes de protección ambiental. Sin embargo, en la actualidad, se configura como un objeto aislado de la ciudad, tanto física como espacialmente. El proyecto de la nueva arena fue concebido con el objetivo de una acción urbana integral resultante de la identificación y enfatización de esta condición de localización inigualable, que será incentivadora e inductora de una intensa, rápida y segura transformación urbana. Un polo de desarrollo tendrá al estadio y a sus anexos como inequívoca centralidad de animación social.
La región urbana donde se localiza este complejo se encuentra en un área expectante, aún no consolidada, de baja densidad, caracterizada principalmente por edificios de viviendas de una o dos plantas, que podrá recibir una rápida y fácil transformación urbana con diferentes formas de ocupación y varios tipos de usos. Este sector también está rodeado por dos zonas verdes ya declaradas como áreas de conservación, que dan continuidad al Parque de Cocó. Por lo tanto, el área general del estadio ofrece una capacidad de desarrollo urbano de gran potencial para la ciudad de Fortaleza.
4. SUSTENTABILIDAD
Durante la obra, la Arena adoptó diversas medidas y equipamientos para promover la reducción de impactos ambientales, como el reaprovechamiento de las estructuras ya existentes; la utilización de una usina de reciclaje para la reutilización del concreto; la implantación de un lava ruedas de camiones para evitar la suciedad en el entorno de la construcción y el desgaste del suelo; la separación de la parte metálica de la cobertura y de la estructura de acero, resultado de las demoliciones, y su envío para reciclaje. En adición a estas medidas, los materiales en buen estado de conservación de la antigua Castelão, como las butacas, tableros eléctricos, césped, cobertura de los bancos de suplentes, entre otros, fueron donados para estadios menores.
El proyecto presentó un racionamiento de materiales y utilizó insumos locales, resultando en una economía de toneladas de acero y concreto. La reducción del consumo del complejo de agua potable fue del 67,61%, logrado simplemente con el uso de metales y de tecnologías economizadoras. El Castelão empleó un sistema de descarga de inodoros al vacío, similar al utilizado en aviones, y uno de aire acondicionado que no utiliza gases refrigerantes a base de CFC (clorofluorocarbonos), que destruyen la capa de ozono.
5. ECONOMIA DE TIEMPO Y COSTO
Entre los doce estadios escogidos como sede para la Copa del Mundo 2014, la Arena Castelão fue la única que presentó reducción de costos – economizando 104 millones de reales – y fue terminada antes de plazo, el 15 de Diciembre de 2012. El hecho de que la concepción integral del estadio aconteció dentro del propio estudio contribuyó con ese resultado positivo. Se consiguió dominar la obra en todos sus aspectos. La Arena es el resultado de una obra hecha 100% en Brasil, por lo que no fue necesario esperar determinaciones que vinieran del exterior. Esto propició un diálogo intenso con los ingenieros y la constructora, optimizando el proceso toma de decisiones. Los arquitectos acompañaron la obra desde el inicio hasta el fin, evaluando dificultades y adaptando la obra a las condiciones disponibles en el mercado, lo que ayudó a reducir tiempo y costos.
El proceso constructivo – lo más industrializado posible – y la presencia de un departamento con representantes de varios órganos de gobierno local también influenciaron positivamente.
Más allá de cumplir las funciones de un equipamiento moderno, autosustentable y multiuso, la Arena Castelão atiende los anhelos de la ciudad y de sus ciudadanos. Como legado, Fortaleza gana un monumento arquitectónico de valor simbólico y turístico, sede no solo de eventos deportivos, sino también de grandes espectáculos internacionales, que potencian el desenvolvimiento urbano de la región.